Esta crisis del COVID 19 va a dejar arrasado el mercado laboral y ya es tiempo de cambiar los paradigmas. En nuestro país apenas tenemos cultura emprendedora. Estudiamos para intentar conseguir una plaza de funcionariado o que alguna empresa nos de un trabajo, en muchas ocasiones muy por debajo de nuestras expectativas profesionales y económicas, y en algunas incluso en confrontación con nuestros propios valores, en puestos donde apenas podemos conciliar nuestra vida personal y familiar. Y aún así, esto se ha puesto cada vez más difícil.
El trabajo del futuro está cambiando y cada vez estará más en nuestra mano. Tendremos menos seguridades pero más independencia y es que la buena noticia es que siempre tienes el “plan B”: crear tu propio puesto de trabajo, dejar tu zona de “me da miedo salir y esto es lo que hay” y ver que fuera hay un montón de cosas que puedes hacer. Poner en valor tus talentos, tus intereses, aquellas cosas en que se nos dan realmente bien, pensar en soluciones para los problemas comunes, donde tenemos mucho que decir y qué hacer. Piensa en aquellas cosas por las que te pagarían y une todo en esa idea que es buena para ti, que genera valor y riqueza, también para tu entorno.
Es un cambio de actitud, empezar a tomar las riendas de tu vida, sin esperar a que sean otros los que te den la oportunidad. Datela tú misma, permítete trabajar en lo que te gusta y llevar la vida que quieres. No queremos decir que emprender sea un camino de rosas, pero al menos las decisiones serán tuyas y si no funciona el plan B, habrás aprendido lo suficiente para que funcione el C.
No necesitas invertir una gran cantidad de dinero para arrancar. La mayoría de los proyectos, gracias a las nuevas tecnologías y a la oportunidad que nos brindan las redes sociales, pueden empezar con muy pocos recursos. Piensa en lo que sabes hacer, en los contactos que tienes y tus recursos actuales, que no tienen por qué ser sólo económicos, y ponte en acción. Tal vez tengas que compaginar tu emprendimiento con un trabajo por cuenta ajena en un inicio, pero no renuncies a tus sueños.
Se trata de superar nuestro “miedo al fracaso”; sólo si te permites cometer errores aprendes y nuestro miedo a tener que “vender” y que nos rechacen. Claro que tendremos que hacer las cosas bien, prepararnos, diseñar un buen producto o servicio, encontrar nuestro nicho de clientela y hacer pequeños experimentos para ver lo que funciona. No se trata de saltar al vacío y arruinarnos, si no de validar nuestras ideas e ir paso a paso desarrollándolas, aprendiendo en el proceso y encontrando colaboraciones y alianzas que nos ayudarán a hacerla realidad.
Desde Como una Cabra queremos apoyarte en tus iniciativas emprendedoras para que emprender te sea más fácil, más seguro y menos solitario. Te invitamos a unirte a nuestra red de emprendedoras. Entra en bit.ly/cabrasenred y crea tu perfil de forma gratuita. Una comunidad donde compartir inquietudes, noticias, logros y generar alianzas entre personas con la inquietud de vivir haciendo lo que les gusta y generando un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad. Puedes encontrar más información sobre nuestra escuela de negocios de Triple Balance (económico, social y ambiental) en www.cabrasenred.es
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