El marco legal en España, específicamente el Estatuto del Autónomo, establece claramente que para ejercer una actividad económica de manera regular y por cuenta propia, es necesario estar dado de alta en el RETA (Seguridad Social), con un plazo de hasta 60 días tras el alta en Hacienda. Esto implica que, generalmente, no se puede "facturar sin ser autónoma" si se trata de una actividad continua.
Sin embargo, la línea que define la habitualidad no siempre es clara. Históricamente, se ha considerado no habitual una actividad cuyos ingresos no superan el umbral del salario mínimo. En 2024, este umbral en España se ha actualizado a 1.134 euros mensuales en 14 pagas, o 1.323 euros en 12 pagas, reflejando un incremento y adaptándose a las nuevas realidades económicas.
A pesar de algunas flexibilidades, el riesgo de sanción persiste, incluso con una facturación modesta. En el caso de trabajos esporádicos, se permite darse de alta en Hacienda temporalmente para luego darse de baja, pero esto podría afectar beneficios como la tarifa plana para autónomos en el futuro, si la actividad se vuelve regular.
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