¿Darme de alta como autónoma o crear una sociedad limitada? ¿Qué ventajas tienen las cooperativas? ¿Se puede facturar y contratar siendo asociación?...
Esta suele ser una preocupación importante cuando llega el momento de formalizar tu actividad. Aunque darte de alta como autónoma suele ser lo más fácil y rápido, hay varias cosas que tendrás que tener en cuenta
Detalles a tomar en cuenta al ddecidir tu forma jurídica
El riesgo de la propia actividad Si tienes una actividad que te requiere contratar personal, pagos a empresas proveedoras elevados y facturas grandes de clientes, tendrás mucho riesgo de impago. Como empresaria individual autónoma asumes este riesgo a cargo de tu patrimonio presente y futuro, por lo que te convendrá escoger una forma jurídica con responsabilidad limitada.
El nivel de ingresos y la fiscalidad Cuando inicias y los ingresos son aún bajos puedes comenzar como autónoma, pero si prevees que puedes tener o tienes un nivel de ingresos elevado, tienes que tener en cuenta que como autónoma tributas por IRPF y este impuesto es progresivo en función del nivel de ingresos y puede llegar a ser muy alto.
El número de personas implicadas en el proyecto Si sois varias personas en el proyecto podéis escoger entre varias opciones. Lo más rápido y ágil son las Sociedades Limitadas que se pueden crear online en poco tiempo y permite un mayor control de parte de los socios si la implicación no es por igual. Otras fórmulas muy a tener en cuenta por las ayudas específicas con las que puedes contar son las cooperativas y laborales, pero tienen algunas limitaciones que hacen que no valgan para todos los tipos de proyecto. Son parte de la economía social y son adecuadas para proyectos dónde la relación entre es de mucha confianza y todas las personas tienen el mismo grado de implicación. Requieren modelos de gobernanza horizontales y democráticos y tienen limitaciones a la hora de contratar personal, ya que están pensados para que las personas que trabajan en la empresa se incorporen como socias/os.
El impacto que quieres generar con tu proyecto. Si el fin de tu proyecto es resolver un problema social o ambiental, existen otras formas jurídicas específicas para proyectos sin ánimo de lucro, que son las asociaciones y fundaciones. Las asociaciones son sencillas de crear y permiten facturar y contratar personal para desarrollar sus actividades. Si hubiera beneficios, que no es fácil, se reinvierten en los propios fines sociales de la entidad. No pueden tener reparto de beneficios. Las fundaciones son sus hermanas mayores y requieren un patrimonio bastante elevado para formarse.
¿Cómo crear tu empresa?
Actualmente se pueden crear empresas online en los puntos PAE (Puntos de Apoyo a Empresas). Si lo haces en uno público el trámite es muy rápido y no tiene coste. Puedes buscar el más cercano en el siguiente enlace:
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